martes, 15 de noviembre de 2011

Caminando con un desconocido.

EL aire caluroso de diciembre era en lo único que venía pensando. Cada paso caminado se hacia interminable y no veía la hora de llegar a casa. Los autos que iban y venían por la avenida, las bocinas, la gente gritando, el golpeteo de los martillos de las construcciones, ya comenzaban a agobiarme a un punto extremo en que quería correr hasta casa, pero el calor y la sed no daban pie a mi imaginación.

Los estudiantes que migramos a otras ciudades en búsqueda de nuevos rumbos y proyectos nos encontramos con esos problemas: las mudanzas. Cada dos o tres años  cada pequeña familia, que somos amigos o hermanos, andamos recorriendo las calles, las inmobiliarias en búsqueda de un nuevo lugar para vivir. Lamentablemente la situación en Argentina en estos últimos años fue algo extraña, y ahora en 2011 nos damos cuenta de que los montos de alquiler se han ido por las nubes, pero los sueldos de nuestros padres siguen siendo igual, solo que ahora los bienes y servicios han aumentado. Así que la situación en esta ciudad, y en esta época del año, se remonta a estudiantes que llenan las inmobiliarias, preocupados y corriendo de un lado a otro para llegar a ver los inmuebles que se desocupan.

Esa era la situación en la que me encontraba. Caminando de mal humor, preocupada por el alquiler y mas aún porque era época de parciales a finales de curso. Siempre trato de hacer los viajes divertidos y suelo inventarme alguna especie de juego o reto durante. Esta vez fue distinto, yo simplemente iba distraída de lo que me rodeaba.

De repente al levantar la mirada puede ver un hombre muy singular. Tenía una marcha hemiparética, pelo largo y gris, con muchos rulos, como cual rockero de los 80. Tenía unos ojos celestes que me recordaron al mar, pero la mirada tenia una mezcla de tristeza y de picardía. No era un hombre muy mayor, seguramente estaría por entrar en los 40. Me sonrió y a unos metros delante de mí se paro y se quedó mirándome. Supongo que me entro el miedo por un momento, pero cuando llegue a su lado tratando de seguir mi camino, simplemente me dijo hola, con una voz bajita. No podía hacer otra cosa mas que pararme a su lado y decirle un simple hola, y tratar de seguir caminando, pero algo en él hizo enlentecer mi paso, y de repente caí en la cuenta de que el se había volteado y yo lo estaba esperando.

Fuimos caminando unas cuadras juntos, me contó que había salido a despejarse, que estar en la casa lo aburría. Desde el accidente no había vuelto al trabajo, y en su casa se sentía inútil porque no se acostumbraba a los movimientos diferentes. Que se había resignado a las peleas con su empleador y con la ART, ambos se negaban  a indemnizarlo como correspondía. Estaba seguro de que todo ya pasaría a ser un asunto legal mayor, pero no estaba preparado. Jamás se había imaginado que por un pequeño accidente en el trabajo, ahora ya no era el mismo. De un día a otro su vida había cambiado, y ya no tenía el control.

Recuerdo que me dijo que era afortunada, y que no anduviera por la vida creyendo todo seguro, que las pruebas oksiempre estarán ahí esperándonos. Me despidió con un gesto de “ok”. Cada uno siguió por su lado, el un poco mas contento de haberse desahogado con una desconocida, y yo un poco mas contenta de haber conocido otra historia.

La vida está llena de curiosidades, el hecho de existir y de afrontar lo que nos pasa día a día es un desafío. Detrás de todas nuestras distracciones simplemente todos somos humanos tratando de permanecer y seguir adelante.

Al final nuestros caminos se separaron, me arrepentí de no preguntarle el nombre, pero aunque no sepa ni nombre, ni dirección, sé que es la historia de uno más de nosotros, de uno mas que lucha y sigue, de uno más que aunque lo agobien los problemas no pierde la amabilidad y la simpatía con un simple desconocido.

¡Saludos! Les deseo una buena semana.

1 comentario:

  1. Muy lindo Romy, eso del calor y la mudanza me suena, jaja.
    Seguí escribiendo y escribiendo, es una hermosa forma de transitar por a profesión con las neuronas en cierto orden.
    Turko

    ResponderEliminar