Degustando la ausencia,
su propio cuerpo la rechaza,
el recorrido de mil viajantes
ya han marcado los caminos.
El silencio invade
cada recuerdo compartido,
el brillo de esos ojos
se alejan de la estación.
La erosión de los vientos seguirá
dibujando maravillas en su piel,
los ríos seguirán su cauce
llenando de vida cada rincón.
Las mariposas no llegarán,
pero los viajantes seguirán
llegando de la estación,
desembarcando en cada puerto.
La ausencia seguirá lastimando,
agrietando con cada partida,
dejando esa sensación de abandono
y de lugar inhabitable.
A la espera de cual viajante
con los brazos abiertos,
ella solo espera
que acaben con su soledad.
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Una vez más, en mi intento de sacar palabras de mi mente que me inquietan, salió este pequeño poema. Lo dejo a libre interpretación, la verdad que a mi me sorprendió de dónde salió y en qué pensé.
¡Que tengan buena semana!
gracias por pasarte por mi blog....valoro de corazon y gracias por seguirme!!!!muy bonito tu blog!!
ResponderEliminarRealmente después de leerlo he tenido la sensación de lo lento que pasa el tiempo cuando esperas algo o a alguien...¡Me ha gustado mucho! Es muy sentido...
ResponderEliminarUn abrazo!
La soledad cuando echamos de menos a alguien o le esperamos inquieta y cala hasta los huesos, aunque luego cuando la soledad se llena es súper dulce!:-)
ResponderEliminarxoxo
BlueDressedDoll